Cuidar la salud mental no debería ser visto como un lujo o algo que solo se atiende en momentos de crisis. Es una necesidad básica, tan importante como cuidar del cuerpo. Escucharte, darte pausas, expresar lo que sientes y pedir ayuda cuando la necesitas son actos de amor propio. Priorizarte no es egoísmo, es un paso esencial hacia el bienestar y una vida más equilibrada.